A veces, la vasta naturaleza que nos rodea nos hace sentir pequeños.
Pero el legado de nuestra historia nos recuerda lo enorme que puede llegar a ser un sueño para el futuro de la humanidad.
Desde principios del siglo XIX, la Patagonia ha sido investigada en varias expediciones por múltiples razones, como por ejemplo, la búsqueda de las cabeceras del río Santa Cruz. Charles Darwin y Fitz Roy fueron los primeros en intentarlo, aunque no tuvieron éxito. Años después, Valentín Feilberg logró llegar hasta la fuente: un gran lago que confundió con el Lago Viedma. Finalmente, una expedición comandada por Francisco Perito Moreno identificó el lago como un gran cuerpo de agua independiente, al que llamó Lago Argentino.
Paralelamente a la llegada de los Masters a la Patagonia, un periodista inglés llamado Hesketh Prichard emprendió una expedición a través de la zona norte del Lago Argentino, en busca del milodón, un prehistórico oso perezoso gigante. El reportero creía que el animal aún existía y que se encontraba refugiado en los fríos bosques patagónicos. Sin embargo, la búsqueda fue infructuosa. Prichard exploró un área virgen, ahora conocida como el valle del Río Caterina, ubicación actual de Estancia Cristina.
Este glaciar gigante, avistado por primera vez por Hesketh Prichard, fue inmortalizado por una expedición sueca en 1908. Cuando el profesor Percy Quesnel de la Universidad de Upsala notó la inmensidad de ese gran bloque de hielo, decidió nombrarlo como Glaciar Upsala; en honor a su famosa casa de estudios. Hoy, es uno de los principales atractivos del Parque Nacional Los Glaciares.
Un explorador italiano, el padre Agostini, lideró la investigación del territorio de la cordillera como parte de un proyecto argentino para crear un área protegida.
Este viaje exploratorio tuvo como resultado la fundación del Parque Nacional Los Glaciares, la reserva que protege un patrimonio natural inigualable para el disfrute y beneficio de todos; pero que significó la renuncia de los Masters a ser dueños legales de sus tierras.
Con el paso de los años y la llegada consecuente de numerosos escaladores, Argentina decidió explorar los glaciares y el Campo de Hielo Patagónico Sur. Para ello, construyeron refugios a lo largo de toda la cordillera. El primer refugio construido aún sigue en pie y se encuentra dentro del territorio de Estancia Cristina. El mismo se puede visitar durante el camino hacia el mirador del Glaciar Upsala, el más accesible de todo el parque.
Con el fin de aumentar la frecuencia de los viajes aéreos entre Argentina y la Antártida, la Fuerza Aérea Argentina modificó sus aeronaves para hacerlas aptas para el aterrizaje sobre hielo y nieve. Los lugares elegidos para las prácticas de sus pilotos fueron Estancia Cristina y el Glaciar Upsala.
Luego de varias pruebas exitosas, Argentina se convirtió en el primer país en completar un vuelo transpolar.
Gracias a una batería alimentada por una turbina eólica, el pionero Herbert Masters instaló una radio en la estancia y se sumó a la larga lista de radioaficionados. La comunicación con personas alrededor de todo el mundo ayudó a disminuir el aislamiento de la Patagonia. Esta afición dejó miles de contactos y amigos a la familia que vivía en uno de los lugares más remotos de todo el planeta.
Jorge y Pedro Skvarca, escaladores pioneros de la zona, llegaron a la cima del Cerro Norte; protagonista de la vista desde el Valle Caterina en el territorio de Estancia Cristina. Estos escaladores fueron grandes amigos de la familia Masters y Pedro Skvarca aún vive en El Calafate; donde dirige el Museo del Hielo “Glaciarium”.